Nacido debajo de la estrella
luminosa del albedrío,
desmantelo el impío
sopor que degüella
voluntades imaginarias,
incrustadas desde infante.
Mi alma reposa solitaria
sobre sus sueños distantes
difuminando la claridad
del suelo que sostiene la verdad
simulada en tu memoria;
una manifestación ilusoria
desvanecida por el calor
del inesperado resplandor
que fumigó todo tu dolor.