En el jardín feraz, edén soñado,
donde el rosal florece sin espina,
un acre hedor el sueño contamina
y del rosal su aroma ha mancillado.
En el jardín feraz, edén soñado,
donde el amor con más amor germina,
un gran dolor el corazón calcina
y al dulce amor con frío lo ha quebrado.
Entró en mi edén la sombra maloliente
capaz de hurtar olor, amor y vida
segando infame mi voluntad quebrada.
La puta innoble asestará la herida
como el sicario en su eficacia advierte:
¿ qué es el amor luchando ante la muerte ¿