🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Yo y el camino

Yo y el camino

En Tarso nací… sí, en Tarso. Luego me volví tan malo
que a los cristianos seguía. Yo fui testigo de muertes
y no dije nada. Nada… me engañaron y así, exhalo:
sí, mi vida fue cambiada, tan cambiada como inertes
pensamientos, fútil norma.
Vi la forma
en que el cielo se abrió con voz vibrante
y escuchó mi oído: ¿por qué me persigues?
Y temblé… temblé en aquel instante
apagándose mi vista. Pido que me abrigues
pude haber dicho, mas la gracia se manifestó…
mi corazón cambió
y fui en tu nombre a pescar gentiles,
joyas de abriles
que el mundo, ante todo
aborreció sus costumbres, y creyó.
Se secaba el lodo
y fui acechado en el estero,
en cárceles prisionero
y en caminos, todo fue tan cristalino.
Difícil fue el camino, no lo niego
pero resistí. La luz abrió el camino
y fue en espíritu, y luego
la esencia en cada trino
entonado:
¡alabado!, ¡alabado!
Dije por tu amor.
¡Alabado!, ¡alabado!
Alabado sea el Señor.

                        Samuel Dixon