Fui enterrada viva
no tuve consuelo
obligada a caminar por la vida
esperando señales de algo
queriendo sentir eso que
en boca de todos está
no hay nada para mi
porque no tengo nada que dar
solo mis mayores anhelos
mis grandes penas que
cada día carcome la incredulidad
de este corazón que a gritos
pide un poco de calor
llora y grita, sufre y ríe