No te digo que renuncies a la sonrisa,
sino por ello mismo te digo que lo pienses,
de poco te sirve lo que no te pertenece,
como para vivir insistiendo y quererlo controlar.
Quizás fue que querías comprobarlo,
¡No te culpo! A veces es que pienso lo mismo,
tal vez tememos un virtual mecanismo,
en el que pretendemos aquello que es imposible.
Yo no te digo que echarlo de menos
será la única y mejor medicina,
pero sabrás que cuando algo termina,
de a poco se reinicia la ilusión.
Un mal sabor de boca no siempre es amargo,
el dulce también empalaga las papilas,
para la habitación del dolor hay largas filas,
como para que pienses en formarte y ser atendida.
Ya parece que te miras derrumbada,
construiste castillos de arena mojada,
cuando esa no era la forma adecuada
de sostener algo de mucho peso.
Ya decía yo que no era bueno decir nada,
un espejo es el reflejo de la vida misma,
y aunque no considero tener el carisma,
empático soy, como para hacerme escuchar.
Ya va más de un mes que pensando lo mismo,
te noto un poco dispersa pero bien decidida,
sorprendido estoy por mirar convertida,
a esa pequeña, que en gigante se transformó.
No te digo que renuncies a la sonrisa,
sino por ello mismo te digo que lo pienses,
de poco te sirve lo que no te pertenece,
como para vivir pensando en controlar.