La vida, ni modelo ni receta,
creativa, jamás obsoleta,
nunca rígida ni morisqueta
en la gesta del poeta.
Desafía realidades
con ínclitas cantaletas,
dificiles calamidades
y sublimes vehemencias.
Instantes insólitos
de florecientes tiempos
emanan lides
tras el devenir resiliente.
La vida, impredecible,
sorprende de mil manera,
refleja conciencia histórica
e impulsa epopeyas.
Con la luz de Dios
y la aureola de la gente,
nacen eternos florilegios
de verbos y actos deferentes.