Imagina cerrar los ojos y ver lo oscuro claro.
No pensar en nada,
solo nosotros tirados en la hierba del campo.
Imagina nuestros cuerpos en lo oscuro de la noche.
Un manto estelar de la gente nos esconde mientras nuestras voces se funden en una dulce armonía.
Y de pronto, imagina que llegue un beso,
tímido pero intenso
y otro al momento
de forma que de tus labios yo me quedo preso.
Imagina que se hace realidad.
Imagina vivir esa felicidad.