Mi corazón ha enloquecido
de palpar el desengaño.
Mi esqueleto se ha llenado de amargura.
Mi inteligencia más inútil
me ha expulsado a las afueras de la vida.
La niñez es un espacio de sacralidad.
La confianza es un diamante inestimable.
La angustia es un revolver que me apunta.
Un lobo aúlla por las horas que se mueren.
Se oye un estruendo de imperios en derrota.
¿Qué han hecho de mi mágica inocencia
el desencanto y el exilio y el dolor?
¿Por qué mi grave realidad castiga mi esperanza
y la arroja a que se pudra ante mis ojos?
Tiene árboles frutales y aroma a mujer
el más genuino paraíso.
Se me ha caído la felicidad en un peñasco
y ver el mundo como es me impide rescatarla.
Voy galopando sin control en la locura.
Con amor todo es brillante
y repleto de pájaros
y mariposas en delirio.