He cometido un error, no debo de soslayarlo,
Como se dice usualmente; he metido la pata,
Me enamoré de ella, y no sé cómo explicarlo,
Desde que yo la imaginé… vive en mí la ingrata.
Es justo reconocer que ella, no es la culpable,
Yo solo me encandilé, en la luz de su mirada;
No me importó su edad, ni que ella fuera casada,
Simplemente la intuí, y quien sea puro, que hable.
¿Que cómo es ella? Es muy fácil describirla;
Es hermosa, morena y de curvas pronunciadas,
Su pelo es lacio; y su mirada, hay que sentirla;
Ya que al mirar acaricia, como acarician las hadas.
A pesar de mis años; he vuelto a meter la pata…
Todas las noches la sueño, y entonces yo la poseo,
Con pasión y sin tocarla, aun así, quiero a esa chamaca
todo el día yo la pienso, y en la noche, renace el deseo.