Ojalá, León, seas
campo alegre mayor;
en la ciudad opaca, equidistante,
no eres puente de amor.
Ojalá, León, seas
la fuerza imparable
que, en tierras baldías, muestra asombrosa
un afán insondable.
León, vos longeva,
Sois quien refrena a la pasión,
quien me subleva.
León, en tu estela,
admito imprudencia de horror,
de hastío en la niebla.
Ojalá, León, seas
paz de inhóspito deceso
Ojalá, León, seas
ira autóctona de sus besos.