La intención de ponerse en el lugar del otro es muy valorable. La vida no es una isla, la vida la vivimos juntos. A veces está bueno, aunque sea solo por un momento, salir de uno mismo y ver cómo podemos ayudar a alguien que lo necesita.
Capaz esa persona se sienta bien y contenida con su entorno, y al principio costará que entienda que haya alguien del otro lado que siente como vos,y que le duele como a vos, porque no pasa seguido.
La curita ayuda pero no alcanza, el abrazo que se siente de corazón hace la diferencia y de la mano va el ayudar y dejarse ayudar, con tiempo nos daremos cuenta que la ayuda humana la necesitamos más de lo que creemos.