Quizás fue que me Había Matado
el Sol...
Quizás fue que mis Manos Ya Muertas
y Blancas, Pálidas de Lunas,
Arañaban la Pureza
de los Portones Deshechos del Dormido
Arrabal,
que de Penas y Tiempos
Ya Murió.
Quizás fue que ese Deseo Ardiente
Tapó la Luz...
Quizás fue la Premura de esa Primavera
Insertada a la Fuerza
en una Vida Breve
que al Pasar
dejó el Chapaleo Mugroso y Enlodado,
entre Viejas y Añosas Almas Desordenadas
por la Incierta y Sola Soledad.
Se Abrió Ya! y Para Siempre
ese Libro Antiguo
entre Cosechas de Recuerdos Heridos
de Hirvientes Sombras,
y entre Mudos y Asesinos
Cuchillos de Recuerdos
que se Asoman Inalterables por las Noches
y entre Albas Amanecidas
que Imitan Sin Cadenas
esa la Cruel Verdad.
Ulteriores y Anclados
Recuerdos
Acechan sin Piedad
en la Muralla de es Loma Antigua
Cenicienta Boca Abierta de La Noche
que Besa sin Besar,
El Sin Nombre
de las Notas Musicales de estos Versos
que Vomitan
este Abrupto Sentimiento,
entre Vacíos Impuros.
Espejos Dobles del Lenguaje,
el Algodón de esa Nube
que te Borra del Mundo,
Susurrándote al Oído,
Musitando lentamente,
Tu Sola,
Soledad...
(Patricia)