III parte y final
ay,primachi…
ya pronto asistirá febrero disfrazadito de promesas ,aquí estarán mis gentes,esperandolo, atesorando sueños al compas de guitarras, violines, saxofones, flautas, bandurrias, etc.…
Y entonces "la figuerita", con el rumor de gaviotas, impregnada de semillas musicales , derramara poemas por la verde y blanca Andalucia,la Andalucía de manos encalladas, de surcos en la piel ,de camisetas sudadas y de sonrisa apasionada que entiende y comprende la voz del pueblo.
Mi niña, isla Cristina, con las heridas por dentro, se descubre carnavalera rociada de serpentinas de colores en "la gran cabalgara" donde comienza la semana de ritmos vivaces que mi pueblo isleño entrego al mundo de manera afectiva :
Los carnavales en el teatro donde se concentra el saber como tesoro de nuestros sueños coronados en ese templo ,la gran cabalgata, lunes de disfraces, martes con la marcha, miércoles de vivela,jueves de preocupados por lo que llevas gastado, viernes haciendo cuentas de lo que dejaste fiao´ ,sábado de baile rosa ,domingo de piñata y al carajo el carnaval…
ay,chaché,ay …mi barro, mi gentío y su lira…como se recoge en el alma, cuanto se siente, cuanto duele y como eriza la piel…
Hoy amigacho me dio por recordar y en esta nostalgia de espuma ,las estibadoras…
Mujeres de mar ,mujeres para el mar ,mujeres de amar.
Ellas, las mujeres de mi pueblo ,de piel tostada; dedicadas desde mucho tiempo y en su gran mayoria,por tradición al salazón la salmuera, a los bultos, a los tornos, a la lata, a los frescos.
mujeres de manos quemadas por la blanca arena del mar blanco; la sal.
Ellas salerosas; alegres, dominan la paciencia, la espera, la lealtad, la honestida,la nobleza, la sencillez, eternamente madres … dadas plenamente al cariño que bien reparten a sus familias.
Soy hijo de madre estibadora, hermano de estibadoras y llevo el emblema de la humildad y el aliento de unos ojos de mujer.
ay,amigo… y allá en el puerto los barcos amarrados, descansando forzosamente , pendientes de pactos, de tratados, de convenios, mientras los hombres de mar esperan ansiosos que levanten la veda para enlazarse con el silencio a la imprevisible mar.
Yo he visto rederos con los dedos pelados de piel cosiendo las artes resistiéndose al olvido, luchando bajo el sol por este oficio condenado a huir…
Ellos no fueron a ningún instituto, a ninguna academia, el "ser redero",amigacho,viene de herencia, transmitido de padres a hijos,inyectado,digerido.
hoy, ya ningún redero inculca a sus niños el arte de zurcir, de puntear, de remendar ,porque los contratos son de palabras y los armadores no ganan para pagar el arte de coser artes.
Y es que ya ni Gerónimo Sosa habla por la radio costera, ya no está el isla mar, ni el panchita, ni muchos otros barcos hundidos bajo la gélida hacienda del olvido.
Y es que en la mar todo no es de color.
Mi pueblo es creyente y su mejor credo es el trabajo, y si no hay trabajo se pierde la fe ,la esperanza de ser feliz con poco, que ese debería ser el dogma del ser humano.
ay,la tía del Claudio;"la Simona" que pinto a San francisco con barniz y desde entonces ni la Virgen del Carmen, ni la Virgen del Mar, ni La virgen del Rosario apuestan por "los Isleños",
no vaya ser que también ellas se lleven alguna manita de pintura…Están asusta´s
-¡jajajajaj!
Y es que de vez en cuando ,amigacho, hay que reír para combatir la nostalgia y todo vuelve a rodar.
Pues esto y mucho más vive en mi memoria de calama´ y en mis venas la espuma ,los matorrales, los pinos, los camaleones, las espatulas,las gaviotas, gravas, arenas, limos , arcillas
y la humedad hacen de mi corazón una isla; mi isla:
Isla Cristina..La Higuerita tara rita.
Fin
Por Antonia Ceada Acevedo ©
Escrito desde la mirada de una familia Isleña : La familia Canto Sánchez a la que le agradezco los datos,la información proporcionada porque sin ellos no hubiese sido posible este relato.
Gracias
Yo ,Antonia Ceada Acevedo:
Nacida , criada y residente de Huelva Capital y de profesión amadora ; amadora de su tierra, de su provincia ;de la Historia de sus gentes.