Se animan las flores,
la brisa es más tierna,
nos dejan caricias
también las mareas.
Se arrullan las playas
y brilla la arena,
con dulces rumores
de olas en ella.
Así son los días
y noches de estrellas,
que anuncian y dicen
que ya es primavera.
Se marcha el invierno
que cierra la puerta,
desnudan las cubres
sus cimas tan bellas.
Y vuelve el silencio
con largas melenas,
sus ojos sagaces
no tienen estelas.
Nos habla y susurra,
transmite sus quejas,
y deja a las almas
pensando en ser buenas.
Amando y soñando
con días de fiesta,
con besos ardientes,
pasiones eternas.
Y tú, que esto escribes,
paciente poeta,
suspiras mil versos
con gran impaciencia.
¡Amor, no te vayas,
yo quiero que vengas,
que estés a mi lado,
aquí, en un poema!
Rafael Sánchez Ortega ©
05/24/24