Hoy cuando nuestros ojos
Se juntaron,
sentí ese leve escalofrió
que da el amor.
Se agolparon las reminiscencias
de una vida extraviada.
De una noche sin luna,
de un apagado volcán.
De un pasado distante,
de una nube que se fue.
Y solitaria, una sola lágrima
a mi alma inundo.
Tus ojos de luna clara,
la risa ausente
y tu lejana mirada,
tienen agotada mi vida.
Luna mía, noche,
estrella, agua, quimera;
ven, calma mis ansias,
ya, luna viajera.
© Armando Cano.