Carlos Eduardo

 

Tú eres la vida,

no sé,

pero tú iluminas,

tú has andado por la mar igual que él,

contoneabas

en el éxtasis nocturno

reflejada por la luna,

no fue espejismo,

sino tu fe,

tu increíble alegría.

Tú eres la esperanza, el porvenir, lo majestuoso y esplendido.

No había ya que creer sólo en él,

ahí estabas tú.