¡Qué bonito es el otoño
si no quieres que el invierno,
se apodere de tu mente
con tus nervios y sus miedos!
Y por eso hay que vivirlo,
disfrutarlo con esmero,,
y dejar preocupaciones
por presentes y con sueños.
El otoño es añoranza
de colores y recuerdos,
que precisan renovarse
y vivir cada momento.
Tú decides si el otoño,
sigue vivo o está muerto,
si es pasado o es presente
de tu vida y en tu pecho.
Nuestra vida es un suspiro,
con la risa y el lamento,
primaveras para el alma
con gorriones y flamencos.
Nacen nieves en las sienes,
se marchitan los deseos,
las pasiones se renuevan
y hay otoños duraderos.
Y por eso, te repito,
que te olvides del invierno,
y que vivas, compartiendo,
los otoños y sus versos.
Son el fruto de tu alma,
y el suspiro de tus sueños,
que no mueren, sino viven,
cada día, con tus besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/24