Reencontrarse con un amigo
que hace años no veiamos,
es motivo de alegría recordar
cuando junto compartíamos.
Reencontrarnos con un amor
que sucedió en la juventud,
ahora en plena vejez
lo disfrutaremos a plenitud.
He vivido reencuentros de amor
de treinta y cuarenta años,
pero lo más importante
es que no hubo engaños.
Reencontrarse con un amor
que quisimos en el pasado,
nos alegra y reconforta
porque la amistad ha quedado.
Hay amores que no terminaron
quedando como suspendidos
y que al reencontrarse en la vida
pudieran ser revividos.
Un reencuentro con un amigo
no tiene comparación
y cuando es con un viejo amor
nos produce una gran emoción.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,01/03/2024.