Freddy Kalvo

A rienda suelta

¡Qué extraño! Y cuánto me extraña,

que no encontraras mi nido,

que fueras a tierra extraña

dejando el nido vacío.

 

¡Qué extraño! Y a mí me extraña

que no hayas dado conmigo,

yéndote a una tierra extraña

en busca de otros destinos.

 

¡Qué pesares me cortejan

junto a mi melancolía;

qué tristeza, amada mía,

 

va corriendo por mis venas

y no viste que crecía

mi dolor a rienda suelta!