Javier Perez Driz

ENCONTRARTE

Tantos espejos en la memoria, 

prescindimos de laberintos 

y minotauros. 

Me dejo ir 

en mentiras que perduran. 

Así  

como se perdió Marx

y la democracia griega, 

así nos perdimos nosotros. 

Arriba hay un sol 

abajo una máquina de hierro.  

Este escritorio 

también es mi laberinto. 

Disfruto las eternidades de la memoria, 

de la sangre dilatada en temores. 

La poesía 

siempre será documental. 

Las páginas  

que no puedo dejar de escribir 

serán retratos 

que se pierden y se olvidan. 

Un cuaderno con hojas dobladas 

oculta la muerte de Walsh. 

Yo escribiré su muerte 

siempre. 

Me pierdo en cada palabra, 

me encuentro eternamente, 

no soy yo. 

Todos somos ellos, 

somos todos desaparecidos.