Sepultado quedó el invierno
y su pureza fría
que agoniza en el silencio.
En el baúl de los lamentos
se encierran los sentidos
que hacen una madeja
con los intestinos,
bajan las persianas
y calman la negra noche.
No sabes que tu alma es blanca,
pero tu aire alegre e impulsivo
lo veo de colores,
será que vuela la primavera.
La utopía es polvo en suspensión,
mientras cierra los párpados,
la rueda de la vida
pasa de largo,
cree que nos mantiene engañados.
Entretanto, el destino
continúa con su juego.