Los dedos entre la harina
Amasando una esperanza
Sus manos calman el hambre
Mientras se curva su espalda
Llega a mi alma el aroma
Del horno recién caldeado
Encendido de esperanza
De un destino renovado
Siempre es chueco el caminar
Del que va con pies descalzos
Tratando en su trajinar
De evitar de ser pisado
A veces esquiva el hambre
Manos de madre que amasa
Bollo de harina de pobre
Que va salando con lágrimas
Inventa un mate cocido
Con yerba que ya no alcanza
Y un mezquino dulzor
Agrega a la humilde taza
Nos quieren hacer creer
Que si el vaso se rebalsa
Nos va a mojar la abundancia
De quien no le falta nada
Pero yo veo a mi madre
Que ya está vieja y cansada
De andar soñando algún guiso
Mientras nada se derrama