Romey

Encuentro con la ausencia

Al fondo de esa vorágine virulenta

orquestando melodías inconexas y pensando

en la ausencia eterna que me rodea desde ahora,

y las sombras, los suspiros de alivio asolas,

en el límite trepidante transformándome en maná

esta mañana, tiempo incuestionablemente relativo,

cuando deslizo una esperanza jamas malgastada

y frecuento el espejo de mi alma para amarla

Sostengo una antorcha vital cuyo valor iguala

la altura de aqueyas cumbres contemplativas

 

Fértil deseo de renacer entre las estreyas

de un cielo desteyante y profundísimo

sabiendo ver las advertencias del espíritu

en la blancura de mi temple impasible,

y antes de elevarme contemplar la azul

esencia del éter intangible, o solamente

acaso la rosa de sus holísticos labios

con esa sensación de estar soñando

acompañado a pesar de la distancia,

coloreando el triste vacío con lágrimas

y sonrisas expansivas y enamoradas

de la vida al amparo de nuestro amor

como luego reverberará el trote

sobre los verdes brotes del deseo

donde la mente mantiene el secreto