Patricia Aznar Laffont

Un lejano 4 de noviemvbre.

Entre Angustias y  Espantos

los Desengaños

Se Hacen Presentes.

 

También, entre Albas Dormidas y Cenizas de Ocasos.

 

Quizás, entre los Muebles Huraños

que Pueblan tu Casa,

Encuentres la Sombra de un  Amor

que Fue Desarmado

entre Aromas y  Esencias

del Eclipse en Tormentas

que Fueron esa Inolvidable Catástrofe.

 

El Reloj No Para.

 

El Tiempo Tampoco.

 

Baratas Murallas de Ausencias

y ese Frío que Invade tu Alma

Se Insertan de Ausencia y Espanto

en el Puñal Asesino

de Otoños y Estíos

que Invocan esa, la  Inolvidable Presencia.

 

El Tiempo y el Reloj

No dejan de Marcar las Horas

y Vos ya Te fuiste

y la Sola, Soledad,

Desespera.

 

Acuarelas que Lloran esas Lágrimas

del Fin de un Amor

que se Escapó ya sin Ardidos Fuegos.

 

Mientras la Muerte Golpea la Puerta y 

También se Hace Presente.

 

Allí, donde Calla Ya! la Memoria

Y Acecha Elocuente el Verdugo

que Mató sin Muerte

ese 4 de Noviembre Suicida,

de Parca, Desengaños y 

esa Feroz e Inolvidable,

Ausencia

con Manchas...

 

(Chano y Patricia que tiene Dengue, sin palabras ¡y que necesita mil mimitos!)