Entre Angustias y Espantos
los Desengaños
Se Hacen Presentes.
También, entre Albas Dormidas y Cenizas de Ocasos.
Quizás, entre los Muebles Huraños
que Pueblan tu Casa,
Encuentres la Sombra de un Amor
que Fue Desarmado
entre Aromas y Esencias
del Eclipse en Tormentas
que Fueron esa Inolvidable Catástrofe.
El Reloj No Para.
El Tiempo Tampoco.
Baratas Murallas de Ausencias
y ese Frío que Invade tu Alma
Se Insertan de Ausencia y Espanto
en el Puñal Asesino
de Otoños y Estíos
que Invocan esa, la Inolvidable Presencia.
El Tiempo y el Reloj
No dejan de Marcar las Horas
y Vos ya Te fuiste
y la Sola, Soledad,
Desespera.
Acuarelas que Lloran esas Lágrimas
del Fin de un Amor
que se Escapó ya sin Ardidos Fuegos.
Mientras la Muerte Golpea la Puerta y
También se Hace Presente.
Allí, donde Calla Ya! la Memoria
Y Acecha Elocuente el Verdugo
que Mató sin Muerte
ese 4 de Noviembre Suicida,
de Parca, Desengaños y
esa Feroz e Inolvidable,
Ausencia
con Manchas...
(Chano y Patricia que tiene Dengue, sin palabras ¡y que necesita mil mimitos!)