La vida no cuenta los pasos que das,
ella continúa sin mirar atrás.
Es una aventura que inicias un día
por un recorrido de vereda, sombría.
Crecemos con golpes que ella nos ha dado,
que son esas huellas que nos han marcado.
Es posible que acabes donde no creías
está destinado, dónde tú estarías.
Los años que tienes no son los cumplidos,
son los que nos faltan, que no están vividos.
Prohibido rendirse, respira profundo,
construye tus sueños, no cambies el rumbo.
La vida es un sueño, frágil cual cristal,
despiertas sabiendo que eres un mortal.
No sabemos cuándo ni dónde termina,
disfruta del viaje, pronto se termina.
Classman