Es para mí complicado
dedicarte esta poesía:
arte mayor la que exclamas,
arte menor la mía.
En danzas suena la música efímera
de los ecos que proclamo
y la coherencia articulada
en tus palabras al milímetro.
¡Qué mísero soy ante la cúspide!
¡Qué lánguidas mis palabras,
Que traban su son
sin explorar sus recónditos límites!
Sombras etéreas y dúctiles
que restituyen su dicción
a través de sus múltiples símiles.
Y las tuyas son gráciles,
plausibles ante la vanidad
de esta escritura tan impura
que sutura a mi cordura.
Y la mía da arcadas
ante el clamor de tu pasión.
En el papel surca tu voz,
y la mía en sus fotogramas.