En árbol junto al río, deshojado,
podrida y angostada su envoltura,
se leen cinceladas con ternura
las letras de un jurar enamorado.
El sol, como el amante despechado
borra con un cincel la piel que abjura,
quemado ha con los años la escritura
y pronto la promesa habrá quebrado.
Autor fui en un estío ora distante,
del texto en fértil chopo de ribera
cincelando en solitario mi deseo,
Y hoy al regresar la muerte veo
de mi amor descrito en árbol flamante
convertido por olvido en leña seca.