¿Sabes que, por más que lo intentes, lo intentes?
Nunca podrás borrar mi historia.
Dejé en ti una huella imborrable.
Un eco de amor que resuena en el silencio.
Te entregué mi casa, mi cama, toda mi vida.
Como un árbol que ofrece su sombra.
Sin pedir nada a cambio.
Esperé a que me quisieras, pero en tus ojos.
El amor era una estrella fugaz.
Pero mi alma también llorará por ti.
Como un sauce en la soledad de la noche.
Ahora que me quedo solo, sin ti.
Siento el frío abrazo del dolor y la soledad.
Te quiero.
Y sé que, como la melodía de una canción
Era aquella que nos enamoró y que.
Siempre me acompaña.
Jamás podré olvidarte.