Darío Méndez

Sólo algunos minutos.

 

 

Solo algunos minutos, nos encontramos cara a cara.

Con la mirada perdida en el trasfondo de nuestro pasado.

Nos observamos, como dos desconocidos en la vereda.

Y nos olvidamos, que una vez estuvimos entrelazados.

 

Solo algunos minutos, algunos días en la semana.

Continuamos con nuestras vidas en el silencio de la rutina.

Desayunamos el mismo café todas las mañanas.

Y cenamos en las noches, los recuerdos que aún palpitan.

 

Solo algunos minutos nos dirigimos la palabra.

Entre nimiedades y cosas de la vida misma.

Nos esforzamos por la paz y el buen trato.

Y nos olvidamos, que siguen abiertas las heridas.

 

Solo algunos minutos, son el tiempo necesario.

Para entender lo misteriosa que es la vida.

Que dos sueños compartidos en el ayer.

Hoy son dos historias, que en paralelo caminan.