Quiero escuchar el silencio
en los murmullos de las hadas
y el susurro atronador
de una mariposa alada.
Quiero escuchar paradojas,
escenas inventadas…
el temblor suave de las hojas
y el aletear de tu mirada.
Quiero escuchar el silencio
en tu boca amordazada
por el temor y tus miedos
cuando hablas, sin palabras.
Quiero escuchar de tu boca
silogismos como espadas;
y el sutil ruido de tu alma
cuando hablas, cuando callas.
Quiero sentir el aliento,
el aletear de tus pestañas.
Quiero escuchar el murmullo
de tus mudas palabras.
Quiero sentir tu presencia
en las noches encantadas
cuando duermas con mi brazo
cosido a tu espalda.
Quiero recordarte alegre
con la sonrisa pintada;
y recorrer los repliegues
de tu preciosa cara.
Quiero que me consideres
como alguien que te ama
como alguien que te quiere
y que te llena de calma.
Y según avance el tiempo,
con nuestras sienes plateadas,
recordarte en sacro silencio
que algún día fuiste
“mi princesa encantada.”