Tengo sed de tus ojos,
de tus cabellos alzados.
De tu sombra en mi sombra
y de tu cuello alargado.
Tengo sed de tu torso,
de tus brazos y abrazos.
De tu cuerpo y el mío
sin distancia ni espacio.
Tengo sed de tu ser,
de lo dado y no dado.
De tus ojos que miran
y tus labios cerrados.