Cuando en mi estancia aparece
trae de paz la dulzura,
como aluvión de ternura
todo mi ser estremece.
Porta la llama que crece
plena de tierna locura,
siendo magnífica cura
cuando la pena entristece.
Ella es del alma armonía
llena de luz promisoria,
fuente de mi poesía
donde se escribe la historia,
d\'esta divina alegría
móvil de célica gloria.
Autor: Aníbal Rodríguez