Hugin & Munin

Abrazar


Ser el extraño y el raro, una extraña bendición,
abrí mis brazos a lo que soy, sin cuestión.
Olvidé los patrones, las líneas de la vida,
y amé cada \"defecto\" que a otros les incomoda.

 


En un rincón del mundo, distinto y singular,
vive una alma extraña, difícil de hallar.
Sus ojos ven colores donde otros ven gris,
y en su extraño andar, halla su raíz.

No sigue las pisadas, traza su sendero,
en su mapa del mundo, él es el primero.
Lo que para otros es ruido, para él es canción,
en la disonancia encuentra su pasión.

Sus palabras danzan al compás de su mente,
ideas como estrellas, brillantes y ardientes.
Lo que para otros es caos, para él es creación,
en el laberinto de su ser, halla inspiración.

La gente murmura, señala al pasar,
mas él sonríe amplio, sin titubear.
Pues cada rareza que en él han de ver,
son dones que abraza, su poder de ser.

En su extrañeza, una bendición oculta,
una luz que en lo sombrío nunca insulta.
Es un recordatorio, un eco en el viento,
que lo diferente también es un talento.

Así vive el extraño, con su singularidad,
encontrando en lo insólito su felicidad.
Porque en cada detalle que lo hace distinto,
hay un universo de posibilidades, infinito.