¡Qué calor!
¿Por qué no remite
este calor sofocante?
Un día y otro se repite,
no descansa ni un instante.
¡Agua por favor
que me deshidrato!
No es poca labor
aguantar otro rato.
¡Parece que hay mareilla!
Abro la boca y los brazos,
me dejo caer en una silla
busco aire a codazos.
¡Qué noches con el ojo abierto!
¡Qué de vueltas en la cama!
Miro la luna despierto
a ver si pasa esta flama.
Ya llegará el momento
de quitarnos el bañador,
así, con mucho contento
olvidarnos de este ardor.
Antonio Reina Moreno 6/8/2017