Si te hieres en la profunda oscuridad
arréglate , que la Mar con tu ojo te lo cura;
yo la prefiero para mí con su humedad,
con su enigma y placeres de la negrura.
Para romper el silencio me basto yo solito,
al igual que mis pies hablan a la Mar,
a las sombras muertas me remito
y a ellas mi yo se deja querer... volar.
Noche y mar. Con esto quiero un desnudo
que vista de belleza y huya del llanto,
y de no ser así prefiero quedarme viudo:
desnudo, sí, desnudo... como un Santo.
Febrero 2.024
Nacho Rey