Luz entre sombras crecía
entre de la fría quietud
y aventada noche otoñal;
restos de ocres vegetales
De la mano, nos mirábamos
en ruidoso tránsito de multitud,
oscurecido reflejo sobre el asfalto,
unidos compartíamos el calor
Enamorados, no estábamos,
impulsivos nos anhelábamos,
como un profundo sentido,
única la sensación de libertad
El uno del otro ineludible
en el ansia de los encuentros,
la compañía, la conversación,
compartiendo lealtades
Corazones de viscerales sístoles
descifrando entre nuestras miradas,
caminábamos juntos la ciudad,
olas enteras de mobiliario
Regocijábamos aquellas vivencias,
amores truncados, platónicos,
sondeábamos gestos y caricias,
amábamos, en libre relación
Embelesábamos de admiración
hacia nuestras vidas; y volvíamos
una y otra vez sobre la melodía,
al estribillo de nuestra veneración
¡En el tálamo del otoño, ocres luces, de frenesí!