No digas
que no me quisiste
no digas
que lo nuestro fue un error
aduces mentiras
intentando lastimarme
Pero no, no te engañes mujer
el amor que un día tuvimos
quedó tatuado en tu corazón
fue apasionado, intenso
y en ti, aquel sentimiento
no morirá, permanecerá
en tu memoria, en tu corazón
iracundo, irreflexivo
aunque digas que no, será así
sufrirás amarga condena
por haber herido a mi corazón
que te amó desmesuradamente
con locura.
Ahora que no eres feliz
ahora que la soledad te acompaña
me buscas, me llamas
pronuncias mi nombre
en tus horas de tristeza
pretendes que olvide
tu ingratitud, tu desamor
porque sabes muy bien
que nadie podrá amarte
como lo hice yo.
Sé, que unas lágrimas
de amargo llanto
resbalan por tus mejillas
cuando te acuerdas de mi
lloras arrepentidas veces
recordando quién fui
en tu vida, en tu lecho de amor
cuando todo era, felicidad
y tú eras para mi
el amor de mis amores
la mujer que más amaba.
Sin embargo, hoy
me pides regresar
con tus falsas promesas
sin imaginar
que hace tiempo
lo que sentía por ti
se marchitó y murió
como una flor
por falta de tu amor.
Autor: Mauro J. Casaño
(mallito)
14/04/24