Bajo el manto de la noche, mi corazón llora,
La ausencia de tu luz, en mi alma se devora.
En la penumbra de esta tristeza sin fin,
Siento que mi ser se desvanece, como desertico jardín.
En la vastedad de la noche, mi alma suspira,
Y la soledad se convierte en verdugo que, con odio, me mira.
En cada estrella veo reflejada tu ausencia,
Y mi corazón llora en silencio su carencia.
Las lágrimas brotan como ríos en mi ser,
Por no tenerte a mi lado, por no poderte ver.
Como un poeta sin pluma, sin tinta ni papel,
Vago en la tristeza, en este mundo cruel.
Cada latido de mi pecho clama tu nombre,
En este mar de dolor, mi alma se desploma en su hambre.
Anhelando tu presencia como un náufrago al mar,
Imploro al destino que nos vuelva a juntar.
Que la brisa lleve este dolor a tu lado,
Que nuestras almas se encuentren, en este destino abrazado.
Hasta entonces, en la melancolía me hundo,
Esperando el día en que estemos juntos, en un solo mundo.