Las lágrimas son como indios
que corren entre los páramos,
salen firmes y ordenadas
y se dispersan mientras juegan.
Las lágrimas son como indios,
libres, sin que les mandemos.
Algunas caen despechadas
otras mis ojos anegan.
Al más alegre le han dado
y siente el gaznate anudado
no me quiero ir, dice sollozando
pero llega la luna, su nana cantando.