Ana Maria Delgado

INCONDICIONAL ENTREGA

En esta tarde lluviosa,

cortejada por el silencio,

pienso en ti mujer hermosa

y en tu creciente desprecio.

 

Llanto y tristeza en derroche,

emergen en tu ausencia,

mi cuerpo reclama tu presencia

antes que terminen la noche.

 

Se que estas con otros regalando tus favores,

y yo servil esperándote

con un ramillete de flores.

 

Que me aleje de ti, sugiere la razón,

pero mi cuerpo al sentirte,

disipa tal pretensión.

 

POR: ANA MARÍA DELGADO P.