Búscame en lo profundo de tu alma,
en las cosas sencillas de la vida,
en aquel paisaje que te transmite paz y calma,
o en aquella estrella que se encuentra detenida.
Búscame en el aroma de tu café,
en el suspiro de una rosa en tu antejardín,
en tus lágrimas cuando todo no marche bien,
o simplemente en aquel que sonríe cuando piensa en ti.
Búscame cuando extrañes mi presencia,
y en el llanto te hayas refugiado,
cuando todo te agote la paciencia,
y cuando te haga falta este loco enamorado.
Búscame en la alborada,
al desaparecer la noche fría,
en el viento que atraviesa tu ventana,
o entre letras cuando leías esta poesía.
Búscame en lo difícil de la espera,
en momentos de loca fantasía,
en la ilusión que se volvió quimera,
en las veces que anheles compañía.