De gracia encantadora
robaste mi corazón,
tu semblante de una belleza cautiva
pues es allí donde la luna creciente
y el sol poniente moran.
*
Compartimos nuestras verdades,
sin miedo o aprensión paseamos
por los campos de fragancias
de pasiflora, para llegar al lugar
donde los arcoiris sus colores pintan.
*
Juntos, en un viaje de descubrimiento,
lentamente nos desvestimos,
y con manos mansas acariciamos,
para llegar a las cascadas sagradas
con susurros de cariño y placer.
*
Sin palabras en un abrazo quedamos,
nuestros labios en un beso unificados,
mientras paulatinamente la hora azul
se tranformaba sin prisa en el alba,
tiñendo el cielo con matices seráficos.
*
David Arthur ©®
La foto un cuadro del pintor prerrafaelita
John Everett Millais