Camino oyendo mis pasos
sobre la hojarasca del camino
son estridencias del alma
oquedades en mi suelas.
Lazo de maldad irrompible
tristeza y soledad hecha silencio
nostalgia de amores que vuelan en la mente
formando parte de nuestra ladera de vida
de nuestra caminar latente.
Nostalgia enmudecida, tierra adormecida
envuelta en halos de infelicidad, chisporroteo
de las neuronas, auroras boreales infelices,
llantos de sirenas buscando un barco
donde agonizan sus humedales secos de inmundicia.
Los agujeros negros penetran en mis ojos
viajando a lugares desconocidos,
quizás otra vida, otras sinapsis de centelleos
de luceros me esperan con su dicha.
La conciencia remueve cielo, sol y tierra
como el sable remueve las entrañas de los soldados
en la apesadumbrada guerra,
nostalgia de otros tiempos
corrompiendo la historia.
Velas apagadas que no se encienden
ocasos vulnerables, citas sin calendario
indiferencia pasando por mis huellas
que me dejan indiferente, como cuando
llega la muerte y la esperamos sonrientes.