La sangre corre rauda por mis venas,
el palpito inseguro y confundido
latido de mí pecho que dolido
lloró en las sombras lágrimas de penas.
Rojizo el horizonte de verbenas,
de tu boca coral lo bien vivido,
*tengo por bien sufrido lo sufrido.*
Tu beso me consume en tus arenas.
Quisiera de tu boca intimidante,
que arrope mi sentir enamorada.
Quisiera ser tu flor, la más fragante.
Pensaste que se olvida ser tu amante,
y muero si no estás en mi morada,
donde muere la tarde susurrante.