Antonio Reina Moreno

La siesta

La siesta

  La hora relajante

es la de la siesta,

cierro los ojos un instante,

ahora nada me molesta.

  Iluso de mí, oigo un mensaje

¡tilín, tilín!, en el teléfono

me asusto, y con coraje,

en movimiento monótono

lo miro a ver quién es,

un ciber-amigo que cuelga

algo, ¡son más de las tres!

lo que pienso, aquí huelga.

  ¡Con lo a gusto que yo estaba!

ya no hay manera,

mi semblante se agriaba

como si picante comiera.

  La solución:

cerrar la pantalla

dándole al botón

y así, el loro se calla.

 

Antonio Reina Moreno 17/08/2017