Por qué me preocupo por ti, lo descubrí hoy,
En la trama de la vida, en el tejido del destino.
Eres como de mi sangre, un pedazo de mi ser,
Un eslabón perdido que al fin he vuelto a ver.
En tus venas corre la historia de mis días,
En tus ojos, el reflejo de mis propias alegrías.
Me preocupo por ti, como el río por el mar,
Inevitablemente unidos, imposible de separar.
Porque me preocupo por ti, lo descubrí hoy,
Eres como de mi sangre, mi familia, mi elección.
Y en cada preocupación, en cada sincero cuidar,
Hay un lazo que nos une, que nadie podrá cortar.
Porque en cada desafío que enfrentas, mi corazón se agita,
Como si fuera mi propia batalla, mi propia cita.
Y en cada alegría tuya, mi espíritu se eleva,
Como si fuera mi propio triunfo, mi propia prueba.