Ya van unos días que te persigue mi mirada,
no hace falta verte nadar entre sirenas.
¡No hay nada más certero que una mirada helada,
cuando quiero descansar en tus arenas!
Me saben dulces tus palabras,
me asombran mucho tus misterios.
Se vuelven las horas más sagradas,
cuando se alinean nuestros hemisferios.
Tan directa y tan alerta, tierna y tan sutil,
la magia de tus rizos le pone magia al mes de abril.
¡Ya decía yo! ¡Era peligroso el acercarme!
Pero ahora peligroso, para mí sería alejarme.
No distingas mis palabras, luces linda tras la brisa,
el día está por comenzar, por eso llegas tan de prisa.
¡Qué más da llegar completamente empapado!
¿Después de mirarte podría estar afectado?
El desafío es aconsejarte objetivamente,
más aun cuando me escuchas tan atenta.
¿Alguna vez se te ha metido alguien a la mente,
y te ha hecho soñar despierta?
¡Amiga, no hace falta verte nadar entre sirenas,
para caer rendido ante el color de tu mirada!
-Es el consejo que te doy cuando de él me hablas-
¡Me hace tan feliz verte de él tan enamorada!