No puedo bajo el agua respirar
bajo tierra mucho menos.
Mantengo el pie en los frenos
y asi no logro avanzar.
Estoy tan solo detenida
como ancla echada al mar.
Todo puedo subestimar,
con mi mente tan aludida.
Una huida no logro emprender
hacia ese lejano lugar.
No sé que me puede esperar,
ni que debe proceder.
Quizá solo debo esperar,
que el tiempo tranquilamente
transcurra,
la monotonía me aburra
y comience a delirar.
Me cuesta a veces respirar.
Abrumada estoy por las limitaciones.
En mi mundo no existen los colores.
En blanco y negro suelo colorear.
Deseo tiempo para pensar,
pero en pensar tanto lo pierdo.
Es éste incesante miedo
que no puedo controlar.
Me arrebata las pocas fuerzas,
me hace añicos la esperanza.
En vez de irse más se afianza
y me parte en miles de piezas.
Cada vez es más difícil amarme
al igual confiar que lo hice bien.
¿No sé dónde coloqué la sien?
¡No sé cómo volver a armarme!