Dualidad
Tóxica belleza,
Begonia de espinas,
Encanto que atrapa,
Veneno que fascina.
Flor de contrastes,
Luz y sombra enlazadas,
Un enigma que seduce,
En sus redes enredadas.
Inesperada flor
No plantada, ni soñada,
En el árido desierto,
Brota una extraña flor,
Un misterio sin concierto.
Incomprendida y profunda,
En su belleza escondida,
Un secreto que murmura,
En la arena adormecida.
Emociones en secreto
En secreto escribo,
Con alma rota y frágil,
Siento, temo, amo,
En este mundo tan ágil.
Las palabras son mi refugio,
Mi bálsamo y mi herida,
En versos desnudos,
Mi verdad se desenvuelve.
Más allá de lo que sé
Busco mi identidad,
En este laberinto,
Más allá de lo que sé,
Mi esencia es mi instinto.
Eres la begonia salvaje,
Tóxica y bella a la vez,
Un misterio sin descifrar,
En este mundo que me ve.
Dualidad eterna
Como la begonia,
Eres dualidad en esencia,
Luz y sombra en mi ser,
Eterna contradicción.
En la belleza y el veneno,
En el amor y el dolor,
Habita mi alma,
Un enigma sin tu amor.
Eternidad y olvido
Hay cosas que quiero olvidar,
Y otras que quiero eternizar,
En versos que trasciendan,
El tiempo y su crueldad.
La begonia es tu símbolo,
De vida y muerte enlazadas,
En un baile infinito,
Donde mi alma esta cansada.
Poema del ser
Soy el poema del ser,
Escrito en la soledad,
Con tinta de emociones,
Y versos de verdad.
La begonia me inspira,
A ser fiel a mí honestidad,
Tóxica y bella a la vez,
Una flor única y viva.
Final
En este mundo infinito,
He encontrado mi voz,
Eres la begonia salvaje,
Que florece sin razón.
Tóxica y bella,
Incomprendida y profunda,
En mis versos te desnudo,
Y mi verdad se desenvuelve.
Mi amor profundo.
JTA.