¡Qué lumbreras!
Siempre hay quien discurre
cómo cambiar el sistema,
a ver qué idea se le ocurre,
ahí está el difícil dilema.
Si hay algo que funciona
lo intentará modificar,
con su actitud burlona
se dispone a trincar.
Se considera un lumbrera
aquel que puso la farola
en el centro de la acera,
se le ve la gran aureola.
Los hay que rezuman
una falsa sabiduría,
y otros hay que se suman
al pastel como jauría.
En fin, están los iluminados
metidos a consejeros,
otros son los cuñados
y adictos aduleros.
Antonio Reina Moreno 16/04/2024